Scrub facial: cómo hacerlo bien y por qué es importante
La función del scrub es exfoliar la capa más superficial de la piel. Cada día, nuestra piel acumula residuos ambientales y secreciones de sebo que pueden afectar su belleza y salud. Claro que una limpieza diaria adecuada es la base para cuidar el rostro, pero aun así, día tras día tu piel necesitará un empujoncito extra para deshacerse de esas capas de impurezas que no le hacen falta. Incorporar el scrub en tu rutina de cuidado facial asegura mantener mejor la piel, además de jugar un papel clave para ralentizar el envejecimiento cutáneo, estimulando la renovación celular.
Cómo integrar el scrub en tu rutina de cuidado
CandyScrub
es nuestro exfoliante facial detox suave. Suave no solo porque su aroma te hará pensar en tu caramelo favorito, sino también porque, gracias a su mezcla de activos hidratantes, reparadores y calmantes, es ideal para pieles sensibles. Sí, lo has leído bien: CandyScrub es multitarea. Por un lado, las microesferas de Carbón Vegetal desintoxican y purifican, mientras que las de Celulosa eliminan con suavidad las células muertas. Por otro lado, ejerce un efecto emoliente gracias a activos que nutren la piel, ayudando a reconstruir correctamente la capa epidérmica. Para usarlo bien en tu rutina, aplícalo después de limpiar el rostro y antes del tónico. Luego, según tu tipo de piel y su estado actual, decidirás la frecuencia de uso. Si tu piel está especialmente opaca y gruesa, y dado que es apto para pieles sensibles, puedes usar CandyScrub a diario. Si prefieres usarlo solo para mantener la salud de tu piel, te recomendamos hacerlo al menos una vez por semana. Normalmente se incluye el scrub en la rutina durante los cambios de estación, porque la piel necesita un plus para renovarse y prepararse para las nuevas condiciones climáticas. Pero en realidad, lo ideal es usarlo siempre como una herramienta valiosa contra el envejecimiento.
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